Informe Staging Humanity

De entrada visité casi todos los campamentos del norte de Grecia que seguían abiertos y tuve muchas reuniones para intentar coordinar una creación conjunta entre varios campamentos. Había mucho interés en hacerlo sin embargo la situación de cierre de muchos campamentos y/o de gente desplazada a otros sitios, desbordó a las organizaciones trabajando en campamentos. La mayoría de los refugiados estaban ahora dispersos por todo el país y era logísticamente imposible reunirlos para actividades conjuntas. Así que de entrada me concentré más que nada en el trabajo con el grupo de teatro de Nea Kavala, Escosirak, formado en el verano del 2016, con el que ya había trabajado antes.

Los integrantes del grupo estaban esperando con muchas ganas empezar el proyecto. Cuando llegué al campamento también ahí estaban empezando a haber masivos desplazamientos a pisos repartidos por todo el país. El ACNUR les avisaba de la mudanza de un día para otro así que nunca sabíamos con cuántas personas podíamos contar, con lo cual era imposible pensar en una creación a mediano plazo, ni en realidad a corto.. ¡quizás al día siguiente ya no quedaba nadie! Para asegurarnos tener resultados de lo que fuéramos creando decidimos concentrarnos en crear material de vídeo. Por esos días empezó a llegar repentinamente gente nueva de las islas al campamento. La creación del material audiovisual fue en torno a la temática de llegar e irse del campamento. Entre otras cosas escenificamos la respuesta de cada uno a la pregunta “¿qué nunca vas a olvidar de aquí?” y situaciones cotidianas de la vida del campamento y cada uno escribió un mensaje para las personas recién llegadas. Además hicimos ejercicios de entrenamiento actoral que derivaron en la creación de personajes. El material audiovisual resultante fue editado en el vídeo llamado “Welcome to Nea Kavala”. Una vez acabado el vídeo y viendo que la mayoría de los integrantes del grupo seguía en el campamento decidimos hacer una performance, también de bienvenida, en la cual se mostraría el vídeo producido. A parte de eso cada uno había escrito la obra de sus sueños, que era la obra que harían si no tuvieran ningún tipo de limitaciones; si todo es posible, qué harías. Trabajamos en la escenificación de estos escritos de manera personificada, lo combinamos como un collage con otras creaciones escénicas y la proyección de dos cámaras en directo. Lo probamos todo junto por primera vez en la misma performance y por problemas de iluminación el vídeo de la performance no salió demasiado decente. La performance salió bien, todos estaban muy contentos después y nos fuimos a cenar todos juntos al restaurante del pueblo más cercano. Al encuentro siguiente vimos el vídeo y fue un poco frustrante para todos, por la calidad del vídeo, además muchos habían recibido la crítica de que no se había entendido la historia, porque en realidad no había ninguna historia que entender. Expresaron su deseo de hacer una obra con un hilo narrativo que el público pudiera entender y seguir. El problema era siempre el mismo: ¿cuántos seremos para el próximo encuentro?

Milagrosamente la mayoría de los integrantes del grupo Escosirak se quedó en el campamento hasta justo acabado el proyecto. Solamente dos personas fueron redistribuidos antes a otros lugares; como querían continuar con el grupo organizamos una logística de desplazamiento entre buses y coche para llegar juntos al campamento (una de estas personas hacía en total 6 horas de viaje cada vez que nos encontramos para trabajar).

En ese momento yo estaba pensando en abrir otro grupo de entrenamiento y creación teatral en Tesalónica, para cumplir con el objetivo de hacer una creación conjunta con personas de fuera del campamento de Nea Kavala. Me puse en contacto con una organización que se había movido de un campamento a la ciudad y me invitaron a dar una jornada de teatro en un centro de actividades nuevo abierto en el centro. La organización buscó el lugar y las personas para hacer la jornada y era una buena oportunidad para ofrecer un trabajo más continuo a personas viviendo en la ciudad o alrededores.

Los más mayores del grupo Escosirak participaron en la jornada junto con muchos otros jóvenes que habían vivido en distintos campamentos. Enseguida se pusieron a intercambiar historias mientras esperábamos para empezar y siguieron luego en el descanso para comer. La jornada fue muy divertida, llena de creatividad, movimiento y risas, y los chicos de Escosirak estaban felices de interactuar con un grupo tan grande de personas adultas. Al salir decidieron que alargaban su estadía en la ciudad hasta la noche y que irían a pasear juntos por el centro y el paseo marítimo. Estaban excitadísimos y desbordantes de felicidad de estar fuera del campamento, libres de ir donde quisieran, pasearse, reír, sacarse selfies, ver gente desconocida… todo aquello que en realidad es normal para cualquier adolescente.

De los participantes de la jornada de teatro, a parte de los escosirences, solo había una persona interesada en seguir un proceso creativo para participar en una performance colectiva. Así que en vez de abrir un grupo nuevo, esta persona se acopló a la logística de transporte y al grupo de teatro de Nea Kavala. Fue una incorporación muy beneficiosa para ambas partes.

Empezábamos una nueva etapa de creación basado en el deseo de los participantes del grupo de escenificar algo con un hilo narrativo. Los temas de los que querían hablar eran: cómo era Siria antes, lo que pasó en Siria, la guerra, injusticias y derechos, el fin de la guerra y el nuevo mundo. Algunos querían que la gente llorara viendo la obra otros que rieran. Añadimos situaciones que escenificaban en clave de humor las situaciones más terribles del campamento.

Tuvimos la suerte de poder trabajar con una traductora entusiasta y amorosa que se involucró mucho en el proceso. Pudimos así hacer un salto cualitativo en el proceso creativo. Ya no había que detenerse después de cada consigna para intentar entre todos y con la ayuda de google hacer la mejor traducción posible. Podíamos hacer trabajos de improvisación instantánea y así adentrarnos en el terreno de la expresión del inconsciente. El proceso fue muy creativo, emotivo y sanador y fortaleció notablemente los lazos entre las personas que participamos en él.

A los pocos días de haber empezado esta nueva etapa nos contaron de un gran festival organizado para 4 campamentos diferentes en Tesalónica y nos invitaron a participar de él. Faltaban dos semanas, el evento sería para unas 1000 personas, con actividades durante todo el día con todo pagado y un gran escenario para las presentaciones. La organización del festival y todo el equipo técnico era de altísima calidad y además estaba relacionado con el fútbol que es la pasión más grande de la mayoría de los integrantes del grupo. No dudamos en aceptar. Por suerte coincidía con las vacaciones escolares de los más pequeños que de otra manera estaban más limitados de horarios. Así que empezamos un proceso muy intensivo de preparación de la obra. Una de las últimas mañanas la dedicamos a la producción del vestuario. Fue muy emocionante ver cómo todos se entregaron a la labor de las manualidades con gran esmero.

Por fin llegó el día de la presentación. Todos estaban excitados y nerviosos de tener que actuar delante de tanta gente. La obra fue un grandísimo éxito, el público lloró de emoción y de risa y los chicos estaban más que felices. Recibieron excelentes críticas y incluso les hicieron una entrevista filmada después.

El último día de encuentro vimos con entusiasmo el vídeo de la obra. Además hicimos un círculo de cierre muy emotivo en el que cada uno pudo decir qué se llevaba del proceso y recibir una constructiva devolución de mi mirada. Sabíamos que era el fin de algo muy importante para todos.

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